Es una sensación que se acrecienta con los años, cuánto más simplificamos las elaboraciones para apreciar con toda la claridad posible el sabor propio del ingrediente principal, más nos gusta el plato.
Quizá no sea necesario conocer nada acerca de este guisante lágrima que nos suministra Santi Pérez otro año más desde @lafincadeloscuervos en Galicia.
Nueve años ya, elaborando el solomillo Wellington cada fin de semana.